miércoles, abril 20, 2005

Judas Priest: Los Papas del Metal

Como aun me duele todo el cuerpo por la bacanal metálica vivida, me tomo la licencia de remitiros la crónica escrita en la prestigiosa página de metal gallego www.basanderemetal.com por Akerbeltz (espero que no le moleste). Suscribo todo lo dicho por él y me gustaría reseñar la increible intepretación de Touch of Evil (mi preferida):

"¿Cómo describir algo que sólo puede vivirse? Y lo que es peor... ¿cómo hacerlo con la mayor resaca metalera que se ha vivido en esta ciudad desde hace unos años? Vamos a intentarlo, y aunque no consiga descubrir nada para aquellos que estuvieron allí, al menos intentaré transmitir algo de esa pasión metalera con la que fuimos deleitados anoche.Más puntuales que un reloj de cuco, empezaban calentando motores, y cuando todavía el cielo clareaba, surcaban el cielo y hacían picados en barrena los aviones del Barón Rojo, descargando sus más conocidas melodías sobre el escenario, disfrutando y dándolo todo, como si el tiempo no pasara. Cumplieron con su cometido, que no era para menos, volar a la sombra de una de las bandas más heavies que ha parido la pérfida Albion. Y lo hicieron a lo grande, sin resquemor, desgranando clásicos como Las Flores del Mal, Resistiré, Canción Para Ellos, Hermano del Rock & Roll para terminar con Los Rockeros Van al Infierno y sin tiempo para bises, a pesar de las peticiones. Se acercaba la hora, en el cielo la noche estaba cayendo, y la música de fondo dejaba de sonar. Era el momento, todo a oscuras, los más de 7.000 pares de ojos allí presentes quedaban fijos esperando el comienzo del show. Allí, al fondo del escenario, para contrarrestar, un Gran Ojo Rojo (y sin párpado) examinaba a la concurrencia, vigilante, cual centinela, pecador, insidioso, un ojo eléctrico... y de fondo, The Hellion, intro inseparable de la primera descarga de la noche, Electric Eye, dando el pistoletazo de salida a los acordes del metal, priestos a destrozar los tímpanos más duros. Sobre el escenario, unos jovencitos de edad antediluviana, luciendo sus guitarras de flecha, y desde la pupila del Gran Ojo, se presentaba el mito, el hijo pródigo, el hijo del Diablo, el Dios del Metal, Rob Halford. Completamente quieto, desde el Gran Ojo, cantaba este clásico entre clásicos, desapareciendo en el solo, para volver a aparecer en un lateral, gracias a otra plataforma elevadora. Desde allí con movimientos robóticos, eclécticos, empezaba a bajar lentamente, al ritmo de Metal Gods, hasta llegar al frente del escenario, en un final de éxtasis. Tras este empiece espectacular, Halford se presentaba al público y proseguía con algunos clásicos, entremezclados con algún tema del nuevo disco, que encajaban muy bien en el set, y alguno muy pegadizo, como Judas is Rising, en el cual se pudo ver a Halford elevado a las alturas, ardiendo en los fuegos del infierno, o Revolution, enarbolando banderas de Judas en las elevadas plataformas laterales. Los cielos rojos sangrientos por los miles de tímpanos desgarrados hacían de telón de fondo para riffs archiconocidos como el de Breaking the Law, o Turbo Lover que se iban sucediendo sin apenas tiempo para el respiro. Y la noche transcurría, con un toque de maldad, mientras Halford gritaba por venganza, los años que no pasan en balde caían sobre sus espaldas, victima de los cambios de esta sociedad, y sin embargo, todavía ahí, en pie, o más bien encorvado, dando lo mejor de sí, como una patrulla del infierno queriendo ir más allá de los Reinos de la Muerte. Ayer noche, no sólo Halford, todo el infierno se inclinó por el líder de esta banda milenaria, que a pesar de lo que digan, sigue entregando sus dones a los amantes del turbo.Si he de destacar un momento culminante, sublime, apoteósico, una de las mejores canciones vividas en un concierto, este sería el momento de Painkiller, una de las canciones míticas que todo buen amante del metal debería tener tatuada en el cerebro. Halford se paseaba por el escenario gritando: PAIN...!!! A lo que todo el público contestaba con rabia: ...KILLER!!!!! Lo siguiente fue el atronador comienzo de batería característico de este tema, IMPRESIONANTE, demoledor, excitador, las inquietas y parpadeantes luces despellejaban las retinas, tímpanos ya no quedaban, se escuchaba directamente con el cerebro, jamás vi delirio metálico más desbordante. Un final digno de los Dioses del Metal. Pero no era el final. Eran pasadas las 12 y todo el mundo sabe que viviendo después de medianoche llega antes el amanecer. Era el momento de la fiesta, del deber cumplido, de las noches salvajes, y los locos y calientes días. A lomos de su moto, como un jinete del infierno, Halford nos deleitaba con unos soberbios bises. Hell Bent for Leader y Living After Midnigth daban rienda suelta al jolgorio, al buen rollo, trayendo nostálgicos recuerdos de los más ancianos del lugar. Como un agresor disidente, Halford rompiendo la ley del silencio, se despedía retándonos a un duelo de gritos, cabalgando hacia otra noche más, en otra ciudad, en otro país, para seguir demostrando al mundo entero que Judas is Rising...

P.D: JUEGO FRIKI: Descubre en el texto las 22 canciones ocultas de Judas Priest :) "

lunes, octubre 18, 2004

"Scenes From A Memory" DREAM THEATER

Que quede claro desde un principio: si quieres babear durante 77 minutos escucha "Scenes From A Memory". Que yo diga esto desvela mi parcialidad en este tema, pero me da igual; ¿quién no ve influenciadas sus opiniones en temas que a uno le llenan? Si en esta crítica la balanza se inclina hacia la pasión y no hacia el análisis objetivo lo siento en el alma.

Como este apartado no está especializada en ningún tipo exclusivo de música intentaré explicar por qué debería ser un disco escuchado por cualquier persona: Esto es MÚSICA con mayúsculas; no es heavy metal, no es hard rock, no es música clásica, no es jazz... Si quisiesemos afinar un poco podríamos llamarlo metal progresivo, pero no quiero hacerlo porque habrá gente que por el simple hecho de verlo etiquetado se negará a escucharlo.



Habrá otra gente que lo escuche y no le guste... porque esto no es la panacea: a Dream Theater se les puede tachar de fríos en algunas ocasiones; de que sus composiciones no tienen sentido lógico alguno; de que sus temas son excesivamente largos; de que sus miembros parecen androides musicales...Y que por todo esto, de que no "trasmiten".

Pero, señores, si escuchando "The Spirit Carries On" o "Another Day" bajo los influjos de un amor no correspondido, no cae al menos una lágrima por su rostro es que no tienen sangre en las venas. Si no sienten lo más parecido a un orgasmo que uno se pueda imaginar durante el transcurso de "Surrended" ( que no pertenece al disco del que hablamos sino al "Images and Words"), no es que no tengan sangre en las venas, es que tienen horchata de chufa.


Ya he abierto mi corazón. Si hablamos del disco en sí, debo decir que es una obra conceptual que cuenta una historia de amor en la surgen componentes de misterio y asesinato. Está estructurado en dos actos. El primero de ellos dividido en siete escenas, cada una de las cuales se corresponde con un tema (salvo la segunda y la tercera que constan de dos); el segundo en cuatro, con cinco temas en total. Podríamos pensar "Joder que coñazo pero si es más parecido a una obra de teatro que a un disco de música" Quizás; pero acaso la arquitectura y la escultura no se funden para dar las obras artísticas más impresionantes.

Está claro que este disco no está hecho para escuchar en la radio mientras vas a la playa o en un pafeto cuando vas medio borracho; es más parecido a leer un libro que a escuchar lo último de las Miami Sound Machine.

domingo, octubre 10, 2004

Música de ahora y siempre

Un día escuché en una tertulia en la radio el siguiente diálogo más o menos textual:

- Ayer me compré en el Carrefour cuatro discos a seis euros cada uno. Algunos de ellos los llevaba buscando desde hacía mucho tiempo.
- Yo el otro día también encontre uno a cuatro euros muy interesante.
- Si, a veces se encuentran gangas pero son discos viejos. Los que realmente te interesan están a 18 o 20 euros, y cuando bajan de precio despues de 4 años ya no los quiere nadie.
-...

Pues bien; en esta sección trataremos de criticar discos que, independientemente del género al que pertenezcan, tengamos la certeza de que se convertirán en clásicos (o ya lo sean) de la historia de la música.En Sinforiano Street consideramos la música un arte y parte del patrimonio cultural de la humanidad y no un producto de consumo de usar y tirar, con fecha de caducidad.

¿Alguien diría que "Las Meninas" o la Capilla Sixtina están pasadas de moda? ¿quién se acuerda del primer disco de Naím Thomas?

Britney Spears y otros artistas Posted by Hello